Vacaciones
Rodas
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La isla más grande del
Dodecaneso es la isla de
Rodas,
cuya capital toma el mismo nombre. Mar e
historia conviven en armonía perfecta y por
300 días al año el sol ilumina este
maravilloso museo al aire libre.
La
leyenda cuenta que fue Rodo, hija de
Poseidón y
Afrodita, la que le dio el
nombre... El dios del mar y la diosa de la
belleza conviven de hecho en esta tierra
bendita rodeada por el mar. Las aguas
cristalinas y la multitud de
playas en Rodas
se entregan al turista con
generosidad. Hermosísimas
son las playas de la costa oriental
(protegidas de los vientos). Que vacationes
en Rodas!
Rodas tuvo su período de apogeo cultural en
el siglo V cuando la isla incluso superó la
misma
Atenas
como lugar dee intercambio comercial. Se
remonta a este período la construcción del
célebre Coloso de Rodas, una estatua
de bronce dedicada a
Apolo y situada en la entrada
del puerto de Mandraki. Era una de
las siete maravillas del mundo antiguo. La
ciudad queda dividida en dos partes: la
parte antigua, testimonio del poder de los
antiguos Caballeros de Rodas y la
parte moderna, de construcción más reciente.
La parte nueva de la ciudad incorpora
el Mandraki (el puerto turístico), la calle
Elefterias que queda a su lado con sus
edificios de estilo fascista (de hecho Rodas
fue colonia italiana durante el ventenio
fascista) y toda la zona costera, con sus
hoteles y el Casino. El casco antiguo,
en el que se encuentran el Castillo, los
Palacios y los museos está rodeado por una
muralla de unos 5 km.
La
historia de Rodas es indisolublemente
asociada en el imaginario colectivo al
Orden de los Caballeros. El Orden se
originó con la fundación por parte de un
grupo de mercaderes amalfitanos de un
asilo/hospital en Jerusalén que, sólo tras
las cruzadas, fue asumiendo rasgos militares.
Tras perder su sede en la Tierra Santa, el
Orden se trasladó a Rodas donde sus miembros
tomaron el nombre de Caballeros de Rodas y
conviertieron la isla en un importante y
prestigioso centro, punto de encrucijada de
los tráficos mercantiles entre Occidente y
Oriente. El predominio de los Caballeros
duró más de 200 años, desde el 1308 al 1522,
año en que se vieron obligados a ceder Rodas
a los turcos, tras el lerguísimo asedio de
Solimán I, llamado el Magnífico, que hizo
desembarcar en la isla 400 naves y 200.000
hombres, contra los cuales los valientes
7000 caballeros organizaron una heroica
resistencia de la duración de seis meses. La
dominación turca duró 40 años.
Pasear por las calles de Rodas significa
volver atrás en el tiempo, y poder admirar
las casas de los Caballeros hechas de
piedras majestuosas, la Mezquita de
Solimán el Magnífico, testimonio del
largo período de dominación turca, el
Hospital de los Caballeros, el
Palacio del Gran Maestro (que acabó
destruido en el siglo XIX por la explosión
de un polvorín) y la Calle de los
Caballeros de San Juan (a cuyos lados
surgen uno espléndidos edificios medievales).
Pero la experiencia más agradable es la de
andar por las callejuelas tortuosas,
procurando imaginar gestas de otros tiempos
o curioseando entre las tiendecillas y
parándose de vez en cuando en una de las
plazas de las ciudad adornadas por la gente
sentada en los cafés al aire libre. En el Museo
Arqueológico de Rodasimperdible meta
para los amantes del arte, se conservan la
Afrodita de Rodas y la Cabeza de Helios.
Otras
atracciones de la Isla de Rodas son la
maravillosa aldea de Lindos, con sus
casas blancas y pavimiento de mosaico de
piedras blancas y negras y la acrópolis
por encima de todo, que domina el paisaje.
La acrópolis se encuentra en una posición
realmente espectacular en la cumbre de una
roca y los restos quedan bien conservados e
imponentes. Visítenla por la mañana porque
en verano el calor es muy fuerte. En verano
el clima es muy caliente, el sol ya es alto
a las 10 de la mañana y a menudo la
temperatura supera los 30 grados, aunque la
ventilación y la humedad baja hacen que el
calor sea más soportable. Para llegar a la
Acrópolis podéisaguantar la subida o
montar a uno de los burritos locales. Así la
subida será una experiencia cómoda y
divertida.
Además en la Isla de Rodas podéis admirar un
espectáculo increíble, en el Valle de
Petaludes, el
valle de las
mariposas. Un valle
verde que a partir de junio hasta septiembre
se convierte en el refugio encantador de
millares de mariposas, atraídas por el
perfume de la resina de los árboles de ámbar
de la zona.
Pero es Prasonisi, en la parte más
sur de la isla, que nos regala la imagen más
sugestiva: una encantadora tira de playa que
como un camaleón marino cambia de forma
según las mareas. Aquí se encuentra el punto
donde el mar Egeo y el Mediterráneo se
encuentran, y esta forma de exposición a los
vientos hace que por un lado el mar quede
calmo y por otro siempre resulte movido.
Artículo de F. Ceci y G. Serra