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Isla de
Paxos
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Antipaxos
La
isla de Paxos
es la más pequeña de las
Islas
Jonicas:
sólo 25 km². Se trata de una isla bastante
llana, larga 10 km y ancha 4 km, que ofrece
panoramas impresionantes en la parte
occidental y es un paraíso verde punteado de
olivos y jardines de limones. Este aspecto
particularmente verde se debe al dominio por
parte de
Venecia.
Deben saber en efecto que originariamente
Paxos fue una isla llena de piedras, su
nombre deriva justo del nombre con el que se
llama un
pedregal
en griego. Gracias a la Serenísima sus
habitantes fueron incentivados a transformar
la tierra en un gran jardín. Los veneciano
les prometieron un premio por cada árbol
joven plantado y esto ha llevado a la actual
situación de Paxos: un millón de olivos
pintan de verde el territorio y son más de
150 los lagares que producen un
aceite
excelente. Un olivo antiquísimo, con más de
500 años, se encuentra entre los sitios de
Magazia y Fuente.
Además de los olivos numerosos están los
huertos, las plantas de nopales, los
jardines de limones, los helechos que se
encaraman sobre la roca. Al buen aceite en
Paxos se acompaña un excelente
vino,
aunque la producción esté limitada al
consumo familiar. Sólo el 15 de agosto, con
ocasión de la fiesta de Panaghia a
Platrithià el vino también se le ofrece a
los turistas. Los turistas son numerosos en
agosto y numerosos son los italianos. La
isla es una meta muy conocida por los
veleristas y por los propietarios de yates,
que estacionan sobre todo en la parte
occidental, en la hermosa
bahía de Lakka.
Los habitantes de la isla son pocos millares
y las principales ciudades son tres, acerca
de 100 las fracciones, cada una con su
propia casa privada.
En el Norte
dominan las playas arenosas, con los olivos
que llegan hasta a las playas, en el sur hay
sobre todo playas de piedra y escollos. Para
descubrir las bahías más hermosas y
escondidas partan del puerto de
Gaios,
donde los caiques
se dirigen hacia los islotes y los lugares
más característicos. Gajos tiene un canal
largo un kilómetro, caracterizado por el
bosque a la izquierda y por las casas con
los techos rojos y las embarcaciones a la
derecha, tanto que parece casi un fiordo. El
puerto es un lugar bastantes trendy y cada
año surgen nuevos restaurantes, bares,
tabernas, tiendas. Para probar un poco de la
verdadera Grecia estacionen en un
kafenìon,
un típico local griego frecuentado por los
locales, las especialidades que podrán
gustar aquí son los buñuelos de manzanas y
los zumos frescos de melocotón. Desde el
puerto de Gajos es posible admirar el
alba
más bonita de la isla, mientras por el ocaso
vayan hacia la costa occidental a Lakka.
Para alcanzar Paxos pueden partir de Corfù,
donde zarpan los transbordadores. Tardarán
unas 2 horas y media. De otro modo pueden
alcanzar la isla de Parga, Igoumenitsa y
Preveza.
Paxos está recorrida por una larga calle que
la atraviesa de sur a norte y a medias y se
bifurca hacia el pequeño puerto de Logos.
Está activo un servicio de autobuses que
colega los tres principales pueblos de la
isla. Podrán dar una vuelta a pies o en
ciclomotor, para las excursiones en mar se
aconseja utilizar los caiques, gracias a los
que se puede también alcanzar el islote de
Antipaxos.
Las playas de Antipaxos son famosas y
orilladas por una espesa vegetación
compuesta no sólo de olivos sino también de
cipreses, granados, viñas. Estas últimas en
septiembre producen un tipo de uva muy dulce.
No se olviden de visitar las
cuevas marinas,
sobre todo la de Poseidón, que según lo que
dice la leyenda habitaría en la cueva de
Ypapanti.