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Isla de
Milos, Visitar Milos
Cícladas
Mapa Islas Cicladas
Camping Islas Cicladas
Islas de Grecia
La isla de Milos
(Milo),
con sus 151 km² se presenta como la quinta,
en orden de tamaño, isla de las
Cícladas. De forma parecida a una herradura,
posee algo más de 4000 habitantes, una
bonita costa de 126 km y la bahía más grande
del Mediterráneo, la bonita bahía arenosa de
Milos.
De
origen volcánico,
posee una superficie
ondulada, culminante con los 748 metros del
Monte del Profeta Elías. La rara morfología
del terreno junto al mar que lo circunda,
crea en la isla una atmósfera
especial.
Su natural formación rocosa adquiere colores
varios y espectaculares, desde el blanco
hasta el negro, el dorado o el rojo, en
perfecto destaque con
el mar esmeralda o su azul más profundo. Por
su
origen
volcánica,
Milo además presenta bonitos y saludables
manantiales termales.
El visitador se quedará entusiasta de la
belleza de sus lugares. El pequeño puerto de
Adamas, la capital
Kastro, la antigua ciudad
de Melos o el sitio arqueológico donde se
descubrió la más que
conocida
Venus de Milo, el antigu pueblo
romano de
Klima.
Las
playas
son muchas y sublimes. Las aguas
son cristalinas por su arena dorada. Se
encuentran además, a según
del lugar elegido, playas con arena
principalmente volcánico, del negro al rojo.
Indudablemente son los colores que hacen de
Milo uno de los lugares más hermoso de las
Cícladas.
Breve historia de Milo
La isla de Milo llegó a ser lugar de
importancia estratégica para la civilización
egea. Importantes
excavaciones
arqueológicas
además testimonian la
presencia de la genial
Civilización minoica (excavaciones de
Phylakopi).
Varios también son los
testimonios
de la presencia de los fenicios y los dorios.
Se testimonia que la isla
de Milo estuvo ya desde la antigüedad una
isla económicamente avanzada, eso por la
existencia en la isla de importantes
materiales médicos de origen volcánico el
llamado 'vidrio
volcánico' o la misma obsidiana.
No sólo los habitantes de la isla fueron
hábiles trabajadores de estos minerales sino
también hábiles comerciantes. Las
exportaciones
en efecto pudieron llegar hasta a Egipto.
Durante las
guerras persas,
Milo asistió a los griegos, mientras en la
guerra del Peloponeso se quedó neutral.
En el V siglo A.C. la isla rechazó
constantemente su propia adhesión en la liga
de la alianza ateniense. La revancha
de Atenas fue la de invadir la pequeña
población de Milo. El pueblo principal fue
por lo tanto destruido, matados todos los
hombres adultos, mujeres y niños reducidos
en esclavitud.
Sólo después de la victoria de
Esparta
contra Atenas, los habitantes de Milo pudieron
hacer felizmente vuelta
en su isla nativa.
Milo fue ocupada
sucesivamente
por los
bizantinos, luego por los
francos
y
por los
venecianos
y del
imperio Otomán.
A parte el breve paréntesis
ruso en el siglo XVIII, Milo contribuyó
activamente, y en particular economicamente,
a la guerra por la
independencia griega.
Hoy
la isla sigue el
mismo desarrollo turístico de modo lento
pero constante, (con respecto a las otras
islas de las Cícladas como Santorín o Myknos).
Diferentes las estructuras turísticas
presentas que hoy vienen cuidadosamente
organizadas en base a las tradiciones
locales y a necesidades ambientales.